©FABIÁN W. WAINTAL
El actor dirige Cielo de medianoche, cinta que le dejó grandes satisfacciones y que llega al streaming.
Además de su exitosa carrera como actor, George Clooney acepta que trabajar como director es algo que lo ha dejado muy satisfecho, como sucede ahora con el filme Cielo de medianoche (The Midnight Sky), que se puede ver a través de Netflix.
“Muy contento. Acorralado en Los Ángeles por la pandemia, pero feliz”, dice.
“Vivimos en un mundo cambiado. Además del coronavirus hay mucho odio. Si te fijas, lo que más buscamos es amabilidad, cierto apoyo de la gente”.
Clooney ingresó de lleno al mundo del streaming con Cielo de medianoche de la mano de Netflix.
“Yo había leído el libro cuando Netflix me dijo que podía ser un buen personaje para mí. Me encantó, en un principio ni siquiera pensé en dirigirla. Después, no tenía la menor idea de lo que quería hacer. Pero ya había hecho dos películas que trataban sobre el espacio, como en este caso. Una con Alfonso Cuarón y otra con Steven Soderbergh. Así que sabía lo complicado que es filmar algo así”.
La filmación se llevó a cabo mucho antes de que el mundo enfrentara la pandemia.
Como director, primero decido filmar todas las escenas donde necesitaba una barba gigante y la cabeza afeitada. Habíamos empezado a filmar en Islandia, con 40 grados bajo cero y vientos de 70 millas por hora. Recién después fuimos a Shepperton, en Londres. Así que tuvimos tiempo para construir los escenarios del espacio, que eran mucho más complicados.
El filme refleja el estilo de vida apocalíptico que estamos viviendo en medio de la pandemia. La diferencia es que en este caso, George Clooney interpreta un científico solitario en el Polo Norte que trata de evitar que unos astronautas vuelvan a la Tierra después de una catástrofe mundial. Clooney está acompañado por el mexicano Demian Bichir, además del embarazo de Felicity Jones que fue tan real como la ficción, del cual se enteró cuando ya había comenzado la filmación.
“Felicity (Jones) me había llamado un día en medio del rodaje en Islandia para decirme ‘Tengo noticias… estoy embarazada’. Supe que todo se iba a complicar porque ella además quería filmar las escenas donde estaba colgada de un cable y aunque me dijo que iba a estar bien, yo me negué a poner una mujer embarazada colgada. Empezamos a filmar todo eso con ella, pero cambiándole la cabeza. Filmamos todo tres veces, con dobles, hasta que al final me hizo ver que la gente puede irse por dos años a otro planeta, tener sexo y embarazarse. Y eso cambió todo para nosotros. Nos dio en cierta forma otra historia para hacer la película que terminó siendo un buen bonus”.
En su rol de director, Clooney se enfrentó a las complicaciones que se van dando durante el rodaje.
“He aprendido a nunca decir ‘no’, porque si niegas algo, la improvisación muere al instante. Como director, yo también aprendí que ése es el mejor proceso cuando algo cambia. El secreto es no tomarlo como una maldición y convertirlo en una bendición, buscando la mejor forma de encontrar una solución y positiva. Supongo que es un conocimiento que se acumula con todo lo que vengo haciendo adelante y detrás de cámara. Ya sé lo que tengo que hacer, pero también sé muy bien lo que no tengo que hacer. Tuve una interesante carrera, como director y actor, con increíbles éxitos y fracasos.
“Como actor he tenido éxito, pero nunca fui uno de los grandes en el cine de acción y tampoco fui un grande en comedia. Y es porque ninguna de esas producciones de cine terminó siendo un gran éxito. Pero es lo que también me permitió seguir haciendo diferentes clases de actuaciones. Y como director, también ha sido igual con algunas películas menos exitosas que me permitieron la oportunidad de continuar intentando otros estilos. Eso es muy divertido. En Cielo de medianoche es bastante diferente a todo lo que hice antes”.
George Clooney sabe que el éxito y la suerte van de la mano, lo cual ha tratado de aprovechar.
“Tengo suerte, gané la lotería, hoy puedo elegir mis trabajos, pero como actor sufrí durante 15 años sin poder elegir nada. Sólo hacía el trabajo que conseguía, yendo a trabajar, aunque los de arriba no fueran muy amables, pero a mí no me importaba porque tenía trabajo y me pagaban lo suficiente para pagar mi renta y eso sólo me conformaba. Ahora, cuando uno tiene la suficiente suerte de poder elegir, para eventualmente ser un estilo de líder en el proceso, con esa misma suerte y en esa misma posición hay que celebrar aquellos que se enojan o se molestan. Tengo el lujo de hacerle creer a la gente que lo que hago es algo real y encima me pagan por hacerlo. Yo solía ganarme la vida cortando tabaco por tres dólares y treinta y tres centavos la hora. Y si algo supe cuando dejé Kentucky es que nunca quería volver a tener ese trabajo.
“Cuando filmé Out Of Sight, por ejemplo, Steven Soderbergh ya había tenido éxito con Sex, Lies And Videotapes, pero venía de un par de fracasos. Y yo recién había salido del fracaso de Batman y Robin. Los dos necesitábamos un éxito. Teníamos la espada contra la pared y yo todavía estaba protagonizando E.R. Era la época en que se cuestionaba si se podía pasar de la televisión al cine. Y sí, era difícil.
“Después de Batman y Robin, me di cuenta que iba a caer en mí la responsabilidad de toda una producción de cine, no sólo mi actuación. Esperé hasta que encontré Out of.
Sight y perseguimos a Steven (Soderbergh) para que fuera nuestro director. El estudio en realidad ya había contratado otro director que había renunciado, porque dijo que yo no era un actor de cine. Y después, todo funcionó a la perfección. Steven tuvo la visión de transformar el sistema de un estudio de cine para filmar con el estilo del cine independiente que solía haber en la década del 70. Y para los dos, cambió la trayectoria de nuestras carreras. Primero que todo, terminamos siendo socios durante diez años y juntos filmamos cosas bastante interesantes.”
Dos premios Oscar y cuatro nominaciones demuestran la importancia de George Clooney en el cine. Su carrera se ha ampliado, al ser actor, productor, director y guionista.
“Suelo escribir algo cuando tengo una idea de lo que quiero hacer, como con Ides of March. Y escribirla fue fácil. Después, con Good Night and Good Luck quise escribirla como un programa de televisión en vivo, pero fue en la época en que Janet Jackson había aparecido desnuda en televisión en el Superbowl y CBS nos canceló el proyecto, ya no querían hacer nada en vivo. Por eso lo hicimos en cine. Pero en general, si voy a dirigir algo, sé que me va a tomar dos años de mi vida y tiene que ser algo que realmente me entusiasme. Tiene que ser algo único y diferente, aunque no siempre significa que vaya a funcionar bien.
“Como actor, tiene que ser un personaje que me interese y tiene que ser con un director con quien yo quiera trabajar. No es tan fácil a veces.”
Para ser director, Clooney acepta que ha aprendido y asimilado sus experiencias en su carrera.
“Aprendí de los hermanos Coen, de Soderbergh y Alexander Payne. Son directores que admiro y aprendí mucho viendo cómo trabajan. Uno siempre trata de robar del mejor, uno roba de la gente que sabe lo que hace. Tuve suerte de haber trabajado con directores espectaculares y más que eso, buena gente. Muchas veces se dice que yo simplemente actúo como soy yo. Y sí, claro que soy yo”, finalizó. (iM-rrc)